19 abril 2014

La Ecoaldea Lakabe

Lakabe, un encantador pueblo del norte de Navarra abandonado en los años 50 – 60 se ha convertido en una eco-aldea utópica.
Todas las casas estaban en ruinas y poco a poco gracias al esfuerzo de 20 valientes han reconstruido el pueblo.

La reconstrucción de Lakabe:

Lakabe fue redescubierto en 1980 por un grupo de personas que vivían cerca y que habían perdido a sus cabras. “Cuando encontraron sus cabras, encontraron Lakabe”, explica Mauge Cañada, una de los pioneros en la repoblación del pueblo.
Los nuevos habitantes eran todos “urbanitas”, habitantes de ciudad sin conocimiento de la vida en el campo, por lo que nadie esperaba que se fueran a quedar por mucho tiempo en el pueblo fantasma. Cuando por primera vez comenzaron la reconstrucción, no había camino hasta la ciudad por lo que utilizaron caballos para llevar los materiales de construcción hasta la montaña. No había electricidad, por lo que vivían con velas y lámparas de aceite.
Durante los primeros años generaron ingresos por la venta de parte de su cosecha y trabajillos como el uso de su experiencia en la construcción recién descubierta para reconstruir techos en otros pueblos. Más tarde se reconstruyó la panadería del pueblo y comenzaron a vender pan para el mundo exterior.
Ahora venden sus panes de masa fermentada orgánicos tan bien, que pueden salir adelante sin buscar trabajo fuera de la ciudad, pero eso ayuda a que se mantengan sus costos al mínimo como una forma de vida. “Hay una austeridad que es parte de la voluntad de las personas que vienen aquí”, explica Mauge. “No hay un deseo de consumo para consumir. Tratamos de vivir con lo que hay”.
Aldea 100% energéticamente autosuficiente.
La ecología es uno de sus principales valores, en esta ecoaldea se cultivan sus frutas y verduras, crían sus pollos y cerdos de forma orgánica, sus casas están diseñadas de forma bioclimática. En general buscan vivir en armonía con la naturaleza pero sin dejar de lado la tecnología, ya que la aldea es 100% energéticamente autosuficiente, tienen placas solares, molinos de viento y una turbina.
Lakabe genera toda su propia energía con el molino de viento, paneles solares y una turbina de agua. También tiene una lista de espera de las personas a quienes les gustaría mudarse, pero Mauge dice que la respuesta no es que la gente se una a lo que han creado, sino que traten de emularlo en otro lugar.
“Si fijas tu mente en ello y hay un grupo de gente que quiere hacerlo, físicamente lo pueden hacer, económicamente pueden hacerlo. Qué ahora es más difícil es estar dispuesto a sufrir penurias o dificultades o … en estos días la gente tiene un montón de problemas viviendo en situaciones de escasez o de lo que se ve como la escasez, pero en realidad no lo es “.
Esta ecoaldea es un gran ejemplo de que cuando se quiere se puede, podemos aprender mucho de estos guerreros.

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